En el siglo XXI los seres humanos o animales “racionales” como nos denominó Aristóteles, le hemos causado un daño irremediable a nuestro planeta Tierra, nos encontramos en un mundo con millares de problemas ambientales y de salud pública, tales como: el calentamiento global, los gases de efecto invernadero, un porcentaje excesivo de CO2, la mezcla de basura biodegradable, con desechos tóxicos y material reciclable, un deficiente tratamiento de aguas residuales, el descongelamiento de los polos, la sobrepoblación a nivel mundial, los residuos nucleares, la explotación de combustibles fósiles, las hidroeléctricas a gran escala destruyendo los hábitats de millares de especies, la extinción de flora y fauna, etc. Es triste ver a nuestro hogar (la Tierra) destruida por nosotros mismos, pero de toda oscuridad, de toda catástrofe renace una nueva esperanza, tenemos ingenieros, científicos, médicos, profesores, filósofos, estudiantes, todas las generaciones de hombres y mujeres que habitamos el planeta creando e innovando posibles soluciones, como seres pensantes u homo sapiens somos conscientes del daño causado y hemos descubierto algunos métodos para disminuir las emisiones de gases tóxicos, reducir el número de muertes y enfermedades relacionadas con la contaminación, hemos creado medios de concientización y educación sobre el reciclaje, hemos creado leyes, tratados y convenios ambientales en donde se trazan los lineamientos ambientales, tenemos los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), el cual se firmó en Paris (2015), en donde miles de naciones se comprometieron a disminuir los gases tóxicos, el CO2 y los residuos nucleares de las grandes fábricas, en la Unión Europea se firmó un acuerdo para desaparecer los plásticos de un sólo uso de la faz de la Tierra, se iniciará su ejecución el 3 de Julio del 2021, hemos creado proyectos para tener un mejor tratamiento de aguas residuales, y hemos creado un sistema de energías renovables o microrredes para reducir los gases de efecto invernadero en nuestro amado Planeta.
Actualmente existe un sistema híbrido de energías renovables llamado microrredes o Micro Grids, el cual combina la energía solar, eólica y Diesel, convirtiéndose en una nueva infraestructura o un nuevo sistema energético, en un nuevo giro copernicano (la tierra es nuestra prioridad, de nuevo la Tierra es el centro de nuestro universo, en sentido metafórico). A esta nueva corriente ambiental se le da el nombre de: “Grid Edge Transformation”, las microrredes obtienen la energía de múltiples fuentes, por ejemplo, de los paneles solares, las turbinas de viento, bio- gas, Diesel, generador rotatorio, combustibles fósiles, etc. Pero como ya se explicó al inicio del artículo, lo que intentamos es reducir o abolir el uso de materiales, químicos o sustancias dañinas para el medio ambiente, como lo son las baterías de Litio, las baterías de ácido, el hidro- carbono, el petróleo, combustibles fósiles, etc. Este nuevo sistema hibrido es bio-amigable, ayudan a reducir las emisiones de gases efecto invernadero, emisiones de dióxido de carbono y podemos llevar la energía eléctrica a las regiones o comunidades remotas.
Las microrredes son controladas y articuladas por un sistema autónomo y automatizado, tiene un diseño, desarrollo y construcción que armoniza la energía por medio de un hardware y unos sensores, posee un sistema computarizado para nivelar y regular la cantidad de energía para cada vivienda, fabrica, o establecimiento; el sistema de microrredes recoge, almacena y distribuye la energía de los paneles solares (energía solar), de las turbinas de viento (energía eólica), y del Diesel de manera eficiente. Existe una revolución global en esta nueva invención, se ha aplicado en varias regiones del mundo y Colombia es uno de los grandes pioneros con empresas que lo están implementando como SUNPATH Ingeniería.
Dentro de nuestro portafolio de servicios manejamos inspecciones a sistemas eléctricos de baja, media y alta tensión.